29.enero.2025 | Publicado por
El sistema de frenos es uno de los elementos más críticos para la seguridad de cualquier vehículo. A pesar de su importancia, los fallos en este sistema son más comunes de lo que muchos conductores podrían imaginar. Identificar estos problemas a tiempo puede prevenir accidentes y costosas reparaciones.
A continuación, os presentamos diez fallos comunes y cómo detectarlos.
Estas pastillas son componentes que se desgastan con el uso. Si escuchas un ruido chirriante o metálico al frenar, es probable que necesiten reemplazo. También puedes identificar este problema si el vehículo tarda más en detenerse.
El líquido de frenos es esencial para transmitir la fuerza desde el pedal hasta las ruedas. Una fuga puede provocar una pérdida de presión, haciendo que sean menos efectivos. Busca manchas de líquido debajo del vehículo o un pedal esponjoso.
Estos discos pueden deformarse debido al calor extremo o al desgaste desigual. Esto se manifiesta como una vibración en el volante al frenar, especialmente a altas velocidades.
Si notas que el vehículo se desvía hacia un lado al frenar, podría deberse a un calibrador atascado, pastillas desgastadas de manera desigual o problemas en los neumáticos. Este problema no solo afecta la eficiencia del frenado, sino también la estabilidad del vehículo.
Un pedal que se siente esponjoso al pisarlo puede indicar aire en las líneas de freno o una fuga en el sistema. Sangrar el sistema puede ser necesario para eliminar el aire atrapado.
Los sonidos extraños al frenar, como chirridos o golpes, suelen ser síntoma de pastillas desgastadas, discos en mal estado o piezas sueltas en el sistema. Ignorar estos ruidos puede empeorar el problema.
La luz de advertencia en el tablero puede encenderse por diversos motivos, como niveles bajos de líquido, desgaste en las pastillas o un problema en el sistema ABS. Nunca ignores esta señal, ya que puede indicar un fallo grave.
El sistema de antibloqueo (ABS) evita que las ruedas se bloqueen durante una frenada brusca. Si el testigo del ABS permanece encendido, el sistema podría estar desactivado. Esto puede deberse a sensores sucios, cables dañados o problemas con el módulo de control.
El sobrecalentamiento ocurre cuando los frenos se usan intensivamente, como en descensos prolongados. Se manifiesta con una reducción en la eficacia del frenado o un olor a quemado. Para evitar este problema, utiliza el freno motor cuando sea posible.
La exposición a humedad y sal puede causar corrosión en las líneas de freno, discos y otros componentes. Inspecciones regulares y limpieza pueden prevenir este problema y garantizar un funcionamiento óptimo.
Un sistema en buen estado no solo garantiza tu seguridad, sino también la de otros conductores y peatones. Mantenerlo en óptimas condiciones es una inversión que vale la pena.
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